ARGUMENTO Después de regresar a Nueva York tras estar años perdido, Daniel Rand combate a los criminales de la ciudad con su increíble dominio del kung-fu y su habilidad para convocar el increíble poder del Puño de Hierro, incluyendo detener a una organización maligna como La Mano.

Lo primero que notamos en la serie es que sus tres primeros capítulos podían haberse resumido en solo uno. Esos tres capítulos se nos hicieron eternos y si al final continuamos la serie fue más por darle una oportunidad que por otra cosa.

Luego está el protagonista, que nos parece tremendamente lento e ingenuo a niveles estratosféricos. La pareja de hermanos (Joy y Ward Meachum) que dirigen la empresa del prota, no hay por donde cogerlos por la forma en que actúan. Quizás Ward tiene un mejor desarrollo a lo largo de la temporada y puedes llegar a sentir cierta compasión por él. Tampoco hay grandes villanos en la temporada ya que la trama gira alrededor de un grupo de villanos que ya salia en la última temporada de Daredevil. En cambio, si que nos han gustado los personajes secundarios como Colleen, aunque el giro que le dan a mitad de la serie es algo brusco y rebuscado. También tenemos a Claire Temple que le da el toque cuerdo a la serie (como a todas las de Marvel Netflix, ya que sale en todas ellas) y además se le da un poco más de desarrollo al personaje.

La acción brilla por su ausencia y cuando hay tampoco es tan impresionante, salvo por unos momentos puntuales bastante chulos.
En definitiva, nos ha decepcionado un poco. Creemos que se han centrado demasiado en crear drama cuando lo que le vendría bien a esta serie es presentar acción y reparto de ostias como panes. Aún así creo que puede mejorar y espero que el personaje de Danny se porte mejor en la serie de los Defensores.